Es raro que el grupo alemán Siemens, una de las mayores multinacionales del mundo, haya reducido algo más del 3% sus beneficios en 2002, con el trabajo que en España le proporciona Joan-David Grima, primer ejecutivo de Amena.
Y aún más sorprendente resulta que el intermediario (todo muy legal) de muchas de esas operaciones sea el inefable financiero Jacques Hachuel, sí el del caso Banesto y otros sumarios, íntimo del responsable de Siemens en España, Eduardo Montes, con el que se le puede ver en el restaurante Zalacaín, el más caro de todo Madrid.
Grimà es otro que debería cuidar sus amistades. A fin de cuentas, mejorar la situación de una empresa en un 25% no es mucho si esa empresa está en pérdidas.