Pocas horas después de que se conociera la noticia de que un grupo de investigadores de la Universidad de Oregón había logrado la primera clonación de células madre embrionarias con fines terapéuticos, el cardenal de Boston y responsable del Comité Provida de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, Sean O'Malley, advirtió que la técnica "va en contra de la dignidad de las personas porque trata a los seres humanos como productos".
El purpurado afirmó en una nota que "la clonación humana con cualquier propósito es incompatible con la responsabilidad moral de tratar a cada miembro de la familia humana como un don único de Dios, como una persona con su propia dignidad inherente".
"La creación de nuevas vidas humanas en el laboratorio únicamente para destruirlas es un abuso denunciado incluso por muchos que no comparten las convicciones de la Iglesia católica sobre la vida humana", afirmó el cardenal capuchino.
Asimismo, aseguró que esta manera de manipular embriones también será utilizada por personas que quieren producir niños clonados como "copias" de otras personas. "Tanto si se utiliza para un fin (terapéutico) u otro, la clonación humana trata a los seres humanos como productos, fabricados a fin de satisfacer los deseos de la gente". Y añadió: "Un avance técnico en la clonación humana no es el progreso de la humanidad, sino todo lo contrario". Después de estas clarificadoras palabras huelga a todo comentario.
Domingo Martínez Madrid