¿Qué pinta España en Europa? El Tribunal Europeo ha condenado a España por las pegas puestas a la OPA de EON sobre Endesa. Vulnera "Que España escarmiente", como se ha oído en Bruselas, mientras el comisario español, el socialista Joaquín Almunia, permanece calladito. Todo ello ocurría hora después de que Nicolás Sarkozy amenazara a quien se atreviera a opar a la Societé Générale. 

Ahora mismo, Endesa ha caído en manos del Gobierno italiano, e Iberdrola podía caer en manos del Gobierno francés, si es que la alemana EON no lanza una OPA sobre la compañía de Galán.

Iberdrola no puede responder con una OPA sobre EDF, porque es pública, y tampoco contra EON, porque el Gobierno alemán no lo permitiría. EON no es más que la fusión, impulsada por Berlín, que, de regalo, les introdujo el poderoso grupo gasero público.

En definitiva: La Unión Europea está condenando a aquellos países que mejor siguen sus leyes y su espíritu, es decir, a aquellos que han liberalizado y privatizado. Sobre todo lo último. ¿Libertad de movimientos de capitales? Pues no privatizo y en paz.

Es más, el titular de este artículo no es ninguna broma, sino estúpida realidad. La única opción que le queda a España para no perder sus empresas estratégicas a manos de los ineficientes monstruos europeos, consiste en nacionalizar a las empresas estratégicas, especialmente las energéticas: Repsol, Iberdrola, Gas Natural, Endesa, Unión Fenosa, Hidrocantábrico, etc. Todos aquellos que tengan un sentido estratégico. Recuerden que para los franceses, los yogures Danone constituían una empresa estratégica. Y Bruselas no les regaña.

Eulogio López

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