- En Holanda se certifica la compra de la alemana E-Plus.
- En Italia, los medios de aquel país han dado por hecha la dimisión de Franco Bernabé.
- De confirmarse no habría ampliación de capital.
- Lo lógico es que Telefónica pase a controlar el 22% del capital de TI, aunque no los derechos políticos.
- Los italianos, los mismos a los que hemos dejado entrar en España, se niegan a permitir que Telefónica controle TI.
- La clave, no obstante, va a estar en la Red... con permiso de Barack Obama.
Semana clave para César Alierta (en la imagen) en el panel europeo de telecomunicaciones. El miércoles 2, Junta de KPN, donde, en principio sin problemas, se aprobará la venta de la alemana E-Plus a Telefónica quien, de esta forma, se convertirá en el segundo operador germano de telefonía móvil. Aquí el problema ya no está ni en Holanda ni en Slim, sino en los reguladores alemanes.
Un día después, Consejo de Administración de Telecom Italia (TI) en Milán. Se supone, o así lo certifica la prensa económica italiana, que Franco Bernabé dimitirá. El líder de TI no ha sido capaz de sacar adelante su ampliación de capital de entre 3.000 y 5.000 millones de euros, y los propios socios de Telefónica en TELCO (22%) están en desacuerdo con su gestión. Además, Alierta se ha hecho con el control económico de TELCO (ojo, sólo con una parte de los derechos políticos) y de esta manera se sitúa como el socio industrial de TI de cara a la previsible reconversión de las telecos europeas.
Pero los italianos no quieren. Los mismos a los que los españoles le hemos entregado Tele 5, Endesa, etc., los mismos que han vetado la entrada de Santander, BBVA o Abertis en su país, se resisen a ceder su teleco a un socio comunitario.
No obstante, la clave estará en la Red, no en la empresa. La red italiana es muy antigua y necesita mucha inversión pero el control de la red es lo que puede considerarse estratégico. Sobre todo desde que Barack Obama ha hecho famoso el espionaje a los socios comunitarios.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com