La red anda revolucionada, y emocionada, con el encausamiento de Teddy Bautista, el hombre de SGAE, uno de los personajes más polémicos de España.

Qué cosas. La fiscalía entra en la sede de la SGAE y acusa a los directivos de la entidad de enviar fondos hacia sus bolsillos.

La ministra de Cultura, González Sinde otra entusiasta del negocio del copyright queda fatal, porque demuestra que una cosa es la propiedad intelectual y otra los pelotazos que se dan a su costa los intermediarios de los derechos de autor. Pero, en cualquier sitio, en círculos políticos todos apuntan a Rasputín Rubalcaba (si les das la espalda, te la clava), el hombre que es capaz de montar cualquier cosa, cualquiera. Con tal de conseguir el vuelco electoral.

Ya saben, como dijo aquel candidato socialista en tiempos de azar: "Y si no, hundimos otro Prestige".

Rubaclaba utilizó el 11-M para conseguir el vuelco. Ahora puede utilizar a amigos y enemigos con el mismo fin. Tras ceder ante los proetarras, ahora espera que ETA anuncie una tregua definitiva y el abandono de las armas. Pero Rubalcaba (si le das la espalda, te la clava) no tiene nada que ver ni con Bildu ni con la SGAE ni, mayormente, con nada.

Y si no conseguimos darle la vuelta a los encuestas, habrá que hundir otro Prestige... amigo Teddy.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com