Se dispararon también todas las especulaciones con el informe del forense del caso de Juan Martínez Galiano, fallecido en el cuartel de la Guardia Civil de Roquetas del Mar (Almería). Resulta que el informe llegó incompleto, lo que daba lugar a interpretaciones de todo tipo. La realidad era mucho más ingenua. El juzgado de la juez que instruye el caso, Estefanía López, lleva meses estropeado. De momento trabajan con el fax del juzgado vecino, que aunque funciona, lo hace "de aquella manera" y el informe se cortó en la página 7, porque -ya saben- las máquinas son así de caprichosas.
O sea, que no hubo maldad alguna, sino simple y llana ausencia de medios. Una realidad que el caso de Roquetas ha puesto encima de la mesa. Los juzgados están saturados de carga de trabajo y los jueces y funcionarios trabajan con una escasez de medios que resulta clamorosa. Como siempre, la Justicia ha sido la cenicienta del presupuesto. Aunque ya es hora de que dotemos de medios suficientes para poder trabajar con normalidad. Sólo si creemos en la Justicia, claro.