No está claro por qué razón el nuevo gobierno boliviano, que preside Eduardo Rodríguez Veltzé ha promulgado tres decretos que desarrollan la polémica ley de hidrocarburos. Se suponía que estábamos en un interregno, que Rodríguez era un presidente de transición y que estábamos a la espera de elaborar una nueva Constitución con la correspondiente convocatoria de elecciones.
Sin embargo, Rodríguez ha promulgado tres decretos (bien es cierto que advirtió a las petroleras con unos días de antelación) por el que se elevan los impuestos desde el 18 al 50% de los ingresos. No es un desarrollo completo, ni insoportable para las compañías, dado que la ley posibilita aumentar los impuestos totales hasta rondar el 100 por 100 los ingresos de un pozo, algo que supondría, simplemente, la marcha de Repsol YPF.
Por el momento, no obstante, la petrolera española no abandona Bolivia. Si el clima político se enrarece en exceso, Bolivia puede representar el gran mercado de gas de la empresa que preside Antonio Brufau.