Brufau sitúa el nivel razonable en los 70 euros, pero no confía en los "favores de Riad"
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, se ha mostrado más bien escéptico ante la posibilidad de que el incremento de actividad por parte de Arabia Saudí permitiera solventar la situación actual del mercado "de manera sustancial". En su opinión, el precio del barril debería de situarse en los 70 euros en lugar de los actuales 85. "Este es el precio que considero razonable desde una intuición personal". No obstante, también advierte de que si existe una crisis en Irán, es posible que el barril llegue a 200 dólares.No va a haber cambios. ¿Por qué? Porque los países productores, que ingresaron sólo 500.000 millones de dólares por exportación de petróleo, no van a renunciar a esos ingresos. Y no lo van a hacer hasta que no tengan la tentación de que se está ahogando a las economías occidentales. Y eso en opinión de Brufau, esté lejos de producirse. ¿Por qué? Porque nos estamos beneficiando sin darnos cuenta de las bondades de la globalización: una economía más ágil, dinámica y menos sensible a los movimientos del precio del crudo. Eso por una parte, pero es que además, el impacto del alza del petróleo en las economías emergentes es más bien escaso. "Tienen el desarrollo prácticamente garantizado". O dicho de otra manera, Brufau no observa caídas sustanciales del oro negro. Los niveles de 20 dólares ya son historia.
Y eso cambia muchas cosas, porque los países OPEP están recibiendo mucho dinero con el que están entrando en los mercados de capitales a través de los fondos soberanos. El mundo cambia. Y es inevitable, sostiene el presidente de Repsol.
Por otra parte, reconoce que sí existe incidencia sobre la inflación y la política monetaria de un sesgo que no es el mejor para fomentar el crecimiento. Sin embargo, Brufau niega que el alza del crudo tenga una incidencia sustancial sobre la industria. Al fin y al cabo, argumenta, el 70% se consume en transporte. Y el negocio está en los 800.000 vehículos que se matriculan al año en la India. Eso sí que es una explosión del consumo.