• Enfado en la entidad catalana por la difusión de noticias desde México: no habrá sindicación de las acciones de ambos grupos en la petrolera.
  • Mientras, en 2012, se ralentiza la colocación de la autocartera del 10% en manos de Repsol.

Juan José Suárez Coppel, presidente de Pemex continúa haciendo de las suyas. Perdedor en una alianza con Sacyr para controlar Repsol, ahora tiene que lidiar con las presiones del propio Gobierno mexicano que no tiene claro a dónde conduce la batalla con Repsol.
Eso sí, continúa utilizando a los medios informativos de México para lanzar especies no siempre conformadas. La última, de una alianza con Caixa para asumir su 10% al 13% que controla la entidad catalana.
Ahora bien Caixabank asegura que "ni hay ni habrá pacto" alguno con Pemex en Repsol. Es más, en Caixa Bank aseguran que empiezan a estar hartos de que Pemex lance rumores en su nombre.
En el entretanto, la venta de la autocartera del 10% asumida por Antonio Brufau al adquirir ese paquete a Sacyr ya no corre prisa en ser colocada. No corre en el sentido de que, pasado el 31 de diciembre, el premio al comprador, es decir, el dividendo, pierde su sentido (aunque siempre puede incluirse en el precio de acuerdo). En definitiva, que Repsol ha dejado de tener apremios, aunque a nadie le agrade contar con una autocartera tan elevada.
Por otra parte, Sacyr no ha superado la crisis particular. Es más, la minusvalía con la que vendió su 10%,  añadida a la carga de intereses que implica la refinanciación, supone una rémora que ya ha comenzado a provocar los primeros roces entre los dos nuevos hombres fuertes, Juan Abelló y Demetrio Carceller, con el nuevo presidente, Manuel Manrique. En plata, Sacyr aún tendrá que desinvertir más para achicar deuda.
Eulogio López

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