Propone también mantener las deducciones de I D y reinversión de beneficios. Respecto al IRPF, Rajoy propone reducir el tipo mínimo al 12 y colocar el máximo por debajo del 40. Justo cuando Zapatero daba por concluida la legislatura fiscal, el líder del PP propone un agresivo programa de reformas. El Gobierno ha paralizado las previstas bajadas de tipos en Renta y Sociedades, así como el incremento de la deducción por vivienda. Además, Rajoy se compromete a garantizar la unidad de mercado e introduce el temido concepto "flexibilidad" en la concertación social
A mediodía del martes comparecía ante el foro de la APD el líder del PP, Mariano Rajoy para explicar la propuesta económica del principal partido de la oposición. En el capítulo fiscal propone un recorte del Impuesto de Sociedades al 25% general y 20% para PYMES, manteniendo las deducciones por I D y reinversión de beneficios.
La propuesta popular coincide con el informe del Instituto de Estudios Económicos, según el cual, en 12 años el impuesto que grava el beneficio empresarial en Europa ha pasado del 35,3 al 24,5%. En España apenas se ha movido y en media simple se sitúa en el 32,5.
Para el IRPF propone una reducción del tipo mínimo al 12% y colocar el máximo por debajo del 40%. Pero, además, sugiere la necesidad de incrementar los mínimos vitales, es decir, que "la renta dedicada al ahorro o al cuidado de los hijos y ascendientes pague menos impuestos que la destinada a otros fines".
Rajoy propone la supresión del Impuesto de Patrimonio, la eliminación del impuesto sobre operaciones societarias, la reducción del IAJD y reformas del Impuesto sobre Provisiones Patrimoniales.
Otros puntos destacados en su conferencia han sido:
- Garantizar la unidad de mercado.
- Concertación social que integre flexibilidad, mayor formación y conciliación en la vida familiar.
- Infraestructuras: adelantarse a la demanda
- I D real, no "adornos".
- Seguridad jurídica y estabilidad institucional
- Un sistema educativo que asegure una educación de calidad para todos. "No nos podemos permitir un índice de fracaso escolar como el que tenemos".
En resumen, Rajoy cree que no hay motivos para la alarma, pero sí para la preocupación. O, dicho con sus propias palabras, "hay que darle cuerda al reloj, si no queremos que se pare".