Así de claro lo tiene Rajoy. Y por eso ha pedido reformar la Constitución para devolver al gobierno competencias en materia urbanística. Los populares lo intentaron en el 97/98, pero fue rechazado por el Constitucional. La misma respuesta que obtuvo el gobierno de Felipe González. Así que la solución pasa por reformar la Constitución.

En cuanto a la corrupción urbanística, Rajoy muestra escasa confianza a que una nueva ley o un nuevo decálogo sirva para algo. "Hay quien firma millones de euros y no se lleva nada y quien adjudica 5 kilómetros de autopista y trata de meter la cuchara; es condición humana; y la corrupción se la combate con la aplicación de la Ley".

No obstante, el líder del PP aboga por una nueva Ley de Suelo, pero no para combatir la corrupción, sino para liberalizar un recurso básico. "Porque creo en la libertad y me molestan bastante las normas", señala.