El problema es que Rosa Aguilar, ex ministra de Zapatero, ex comunista andaluza y ahora diputada socialista, se explica muy mal. El segundo problema es que Cristóbal Montoro se explica igualmente mal.
Pero no dejó de sorprenderme que, durante la sesión de control parlamentario al Gobierno Rajoy (en la imagen), el pasado miércoles, fuera Rosa Aguilar quien se convirtiera en defensora de las familias numerosas (3 ó más hijos). Sí, sé que a los socialistas -y a buena parte de los populares- les importa un pimiento la familia. Es más, consideran que toda mujer que se anima a tener familia numerosa es un ser menor que 'hace' hijos porque no sabe hacer otra cosa, pero dejemos eso.
Aguilar mintió y Montoro también mintió. Por eso, ambos tenían toda la razón al calificarse, mutuamente, de embusterosEspaña es de los países europeos que menos dinero destina a incentivar la natalidad. Para ser exactos, el Estado ofrece 100 euros mensuales por hijo a la mujer trabajadora. Si está desempleada, o simplemente porque le ha dado la real gana, decide quedarse y criar y educar a sus hijos, a pesar de las dificultades económicas que esa decisión conlleva y a pesar de haber sacrificado su progresión laboral para dar todo su tiempo a sus hijos, entonces no recibe un duro. Digo yo que la que no ingresa debería tener más ayudas en lugar de al revés pero...
En cualquier caso, la reforma fiscal de Montoro, que por eso reñía con Aguilar, no mejora apenas las ayudas públicas a la familia. Simplemente, para la no trabajadora o parada lo que hace Montoro es imponer esa subvención mínima de los 100 euros a partir del tercer hijo o para hijos con minusvalía. Y ahí se acabó todo. Nada que ver con los sistemas vigentes en Alemania, Francia, Bélgica, Reino Unido, etc., donde las ayudas directas oscilan entre los 350 y los 800 euros mensuales, además de alargarse hasta la mayoría de edad del niño e incluir otras ayudas como guardería gratis, alimentación y productos para la infancia, etc.
En cualquier caso, ayudar a la maternidad es subvencionar, no desgravar, porque la mujer que no ingresa nada tiene para desgravar. Y se trata de la subvención pública más justa, porque se ofrece a la familia a cambio de lo que la familia ofrece a la sociedad: nuevas personas y futuros nuevos contribuyentes. No es un regalo es una contraprestación.
Miente Aguilar, miente Montoro... y la natalidad sigue en caída libre en España.
Eulogio López
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