El mayor problema tradicional de los españoles quizás más que la incultura, sea la simpleza de miras.
Y es que sólo patealemos cuando nos duele, ahí empieza el berrinche y no termina hasta que lo hace el dolor, sin preocuparnos años atrás de si alimentábamos la enfermedad ni ahora de si podríamos dificultar las curas.
Por eso cuando hoy oigo a algunos que desean que "el país reviente ya", para destrozar, saquear, hundir el orden y la ley y que así impere la violencia y la anarquía, pienso ¿dónde estarían esos simples alborotadores el día que se firmaban las leyes en el pasado que nos condenaban a la situación actual
Y con esa limitación de miras llevada al extremo no alcanzan a entender que eso no resolvería nuestros problemas sino que los acrecentaría. Esperan eso sí, instaurar un nuevo sistema democrático perfecto, pero con la contradicción de no respetar el que ya existe y sus cauces internos para mejorarlo.
Javier Blasco Sendra