Sr. Director:
Es preocupante el fracaso escolar, más cuando una de las causas está directamente relacionada con el entorno familiar y la situación socioeconómica.

 

Los hijos de padres universitarios tienen un porcentaje de abandono escolar mucho menor que los que no lo son. Así, en España se ha dado el fenómeno de que, durante el boom inmobiliario, muchos jóvenes en edad escolar abandonaron los estudios para ponerse a trabajar en la construcción o la hostelería, llamados por los salarios que se pagaban. El estallido de la burbuja y la crisis económica han empujado a estos jóvenes al paro y ahora se encuentran en una difícil situación, sin empleo ni formación.

La Unión Europea se propone aprobar un plan para lograr que la media de abandono escolar se sitúe por debajo del 10% mediante un perfeccionamiento de la coordinación, la detección temprana del fenómeno, una intervención preventiva y el establecimiento de un sistema que ofrezca una segunda oportunidad, a través de la formación profesional y de la educación de adultos. Pero no es suficiente. Se precisa una labor de recuperación del prestigio de la enseñanza, puesto que hay muchos jóvenes que abandonan los estudios a la vista de los problemas de sus hermanos mayores, que, habiendo terminado el ciclo formativo, se encuentran con graves problemas de empleo o en el subempleo.

Una cuestión fundamental si se quiere atajar el abandono escolar.

Jesús Domingo Martínez