Sr. Director:

No salgo de mi asombro al comprobar la propaganda gratuita que está recibiendo en todos los medios la película "Mar Adentro".

El director, en las múltiples y extensas entrevistas que le están haciendo, presenta su película como un canto a la vida, una defensa de la libertad de elección, relato de unos hechos, etc, etc.

Sin embargo, en la película se ridiculiza hasta el escarnio, al personaje que defiende, desde una situación similar a la del protagonista, la opción vital de seguir viviendo. Se falsea hasta el esperpento lo que debió ser una conversación privada, con un personaje real, que, en estos momentos, está vivo.

¿Qué clase de libertad se puede defender desde la burla encarnizada del que tiene una opción vital diferente de la que se quiere presentar?

No insulten más a nuestra inteligencia. Detrás de todas estas películas, debates y programas, late un interés económico, un ahorro en pensiones de personas que se consideran "improductivas", con el mismo proceso que se siguió en la Alemania nazi. Y el Gobierno, aplaudiendo.

Carmen Saladich

Carmens@dretaescollir.org