El grupo March es, cuando menos, curioso. Grupo familiar, cuya matriz es un banco mediano (Banca March), casi pequeño, pero del que pende la Corporación Financiera Alba, un holding inversor que está en muchos sectores, hasta forma una nada desagradable grupo industrial en muchos casos. ACS, Acerinox, Sogecable, o las antiguas de Vodafone y Carrefour.
Lo dirige una diarquía, formado por los hermanos Carlos y Juan March Delgado. Juan es el primogénito, al que le gusta estar entre bastidores, un hombre modesto, que huye de los focos. Su hermano Carlos es también discreto... pero algo menos. Es el quien preside las mayores sociedades del Grupo, aunque los directivos dicen que el importante es Juan. El diario El Mundo realizó un buen retrato del conglomerado mallorquín. En cualquier caso, la cara del grupo es Carlos March Delgado, y todo el mundo daba por supuesto que la sucesión pasaría por su hijo: Juan March de la Lastra, consejero de Banca March y de Acerinox, con lo que la diarquía se convertiría en monarquía. Es más, March de la Lastra está casado con una Herrero, hija de Ignacio Herrero, marqués de Aledo y la prensa rosa ya empieza a ocuparse de él.
Pero nos habíamos olvidado del hijo de Juan March Delgado: Juan March Juan, que viene pidiendo paso. Es un CUNEF, que hace apenas dos años terminó su carrera, y que no ha entrado en el Grupo, aunque lo hará, tras su paso por Goldman Sachs. Y resulta que no, que Juan March Juan, cuarta generación de la familia, no está dispuesta a ceder el paso así como así. La verdad e que si su padre y su tío se han entendido a las mil maravillas, ¿por qué no había de hacerlo él?