En pleno verano, Mariano Rajoy hizo balance de un curso político en el que se ha confirmado un espectacular cambio de tendencia en la economía.
Hasta ahora, el Partido Popular ha superado con nota el examen de la gestión de la envenenada herencia que se encontró al llegar al Gobierno, y aunque el paro o el nivel de deuda impiden cualquier triunfalismo, el panorama es ahora radicalmente distinto.
La situación internacional obliga también a extremar cautelas. La suspensión de pagos en Argentina puede tener consecuencias imprevisibles en una época del año propensa a la volatilidad en los mercados. Y hay que contar además con que la crisis en Ucrania está afectando a nuestros bolsillos. Cinco meses después de la ilegal anexión a Crimea, y forzada por el derribo del avión de Malaysia Airlines, la Unión Europea se ha decidido por fin a imponer sanciones económicas creíbles a Rusia y esta ha respondido con un veto a los productos agroalimentarios procedentes de Europa.
Es importante que los Estados miembros se mantengan firmes para contrarrestar la propaganda de Putin ante la opinión pública rusa. Desprestigiar su proyecto imperialista con sanciones contundentes es condición necesaria pero no suficiente para integrar a Rusia de forma estable y constructiva en Europa. Se trata de una asignatura pendiente desde el final de la Guerra Fría que no admite ya más demora. Hará falta ofrecer a Rusia incentivos para que coopere, pero también dejarle claro que existen líneas rojas que no es lícito traspasar. Si Europa fracasa en esto, lo terminará pagando muy caro.
Jesús Domingo Martínez