Han bastado sólo unas horas desde el anuncio, por parte de la Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, de que los obispos trabajan en un documento sobre moral sexual para que la progresía se les eche al cuello. ¿Por qué opinan los obispos
El problema de quienes critican a la Iglesia por considerar que este no es su negociado es que desconocen por completo que este de la moral sí es su negociado. Baste pensar en su peso en cualquiera de las carreras académicas vinculadas con la fe. De modo que no se puede exigir a la Iglesia que no hable de lo que le es propio.
La siguiente cuestión que se apresta a esgrimir el defensor del laicismo beligerante es que los obispos no pueden pretender hablar para todos. Lo cierto es que el planteamiento es falso en su conjunto porque los obispos sí pueden pretender hablar para todos en virtud de la libertad de expresión de la que gozan en este Estado democrático y de Derecho. Lo que no pueden exigir ni exigen es que su mensaje sea escuchado y aceptado por todos.
Enric Barrull Casals