• "La crisis en Centroáfrica es ignorada por los medios de comunicación y la población predominantemente cristiana se siente abandonada por la comunidad internacional", señalan los líderes cristianos locales.
  • Mons. Aguirre alerta sobre la situación en el país. Los cristianos son atados, golpeados y obligados a entregar el dinero para salvar su vida.
  • En los últimos meses, algunos cristianos han sido asesinados o heridos.
  • Más de 200.000 personas han sido desplazadas, mientras que 49.000 refugiados han sido registrados en los países vecinos.
  • La secta yihadista 'Seleka', responsable de la persecución.
Los cristianos de la República Centroafricana son el blanco de los militantes islámicos: son atados, golpeados y obligados a entregar el dinero para salvar su vida. Una nota enviada a la Agencia Fides por un pastor de una iglesia local denuncia que se trata de "un reino del terror" contra los cristianos por parte de los rebeldes Seleka que han ganado el control del país en marzo.

Ya en los últimos meses, algunos cristianos han sido asesinados o heridos. Los rebeldes van en busca de sacerdotes y otros trabajadores cristianos, mientras que los lugares de culto y la propiedad privada de los cristianos son atacados y saqueados.

Muchos cristianos -dice la nota- han huido de sus hogares y se han refugiado en el campo y están demasiado asustados para volver. Más de 200.000 personas han sido desplazadas, mientras que 49.000 refugiados han sido registrados en los países vecinos.

El 10 de mayo, Human Rights Watch (HRW) publicó un informe citando "graves violaciones" cometidos por los rebeldes Seleka contra la población civil, tales como saqueos, ejecuciones sumarias, violaciones y torturas. Entre los episodios citados, hay un ataque a una iglesia en la capital, Bangui, uno de los primeros objetivos de los rebeldes Seleka, cuando entraron en la ciudad HRW también explica el ataque contra una procesión fúnebre en Bangui el 13 de abril, cuando las fuerzas Seleka abrieron fuego contra la multitud, matando a un líder cristiano.

"La crisis en Centroáfrica es ignorada por los medios de comunicación y la población predominantemente cristiana se siente abandonada por la comunidad internacional", señalan los líderes cristianos locales. La semana pasada, el enviado de la ONU a la CAR, Margaret Vogt, instó al Consejo de Seguridad a examinar el despliegue de una fuerza de seguridad para "contener el estado actual de anarquía" y pidió la imposición de sanciones a los rebeldes acusados de violaciones graves de los derechos humanos.

Por su parte, Mons. Juan José Aguirre, español comboniano y obispo de Bangassou en la región oriental de Centroáfrica, ha relatado a la fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada los tristes acontecimientos sufridos después del golpe de estado del 24 de marzo y la llegada de los rebeldes a su diócesis. 

"Siguen los robos todos los días y sus noches, a cualquier hora. La gente no huye despavorida sino que llora por conservar lo poco que tienen y que a cualquier hora pueden entrar a robárselo a punta de metralleta, o los rebeldes o alguien vestido de rebelde", afirma el obispo. La lista de los objetos robados –sobre todo vehículos– en las casas de religiosos e instituciones de la diócesis es enorme. "Los misioneros espiritanos se han ido cada uno a vivir a una casa o donde los amigos porque dos noches seguidas los despertaron con hachas y machetes. En casas de religiosas han querido hasta llevarse a alguna de ellas. El saqueo es generalizado" describe el misionero comboniano. La situación que está viviendo Centroáfrica desde hace meses se agravó especialmente en su diócesis desde el 11 de marzo con la llegada a Bangassou de los 'Seleka'.

Según explica Mons. Aguirre, "Los Seleka son, muchos de ellos, o bien chadianos y sudaneses, o también jóvenes reclutados en el último momento para engrosar la tropa. A ninguno de los dos grupos le interesa el país sino el botín". Seleka significa "Alianza" en el idioma local de sango y es un conglomerado de 5-6 facciones rebeldes de origen musulmán que han logrado hacerse con el poder y derrocar al presidente Bozizé en la capital del país, Bangui, el pasado día 24 de marzo coincidiendo con la celebración del Domingo de Ramos. Mons. Aguirre, que se encontraba casualmente en Bangui en esa fecha, lo cuenta así: "Mientras estábamos en la Misa de Ramos, a las 7:55h empezó un ataque de armas pesadas y metralletas que duró 3 horas.

Vivimos junto al palacio presidencial por lo que estábamos en medio de los combates. Un grupo de rebeldes Seleka, compuesto por varias bandas de insurgentes chadianos y "Janjaweeds" del Sudán, irrumpieron en la catedral de Bangui fuertemente armados. Estaban al final de la misa. Los rebeldes empezaron a disparar al techo. La gente se echó por tierra, sobre las palmas, y obligaron a sacar todas las llaves de los coches y las motos aparcados fuera. Tiraron repetidas ráfagas hasta que se les entregó todas llaves, mientras los niños lloraban despavoridos".

Las oraciones y la ayuda a los cristianos perseguidos por su fe en Cristo es más necesaria que nunca.

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com