- Gracias a su voto y al de otros cinco magistrados, el TC legalizó Bildu en contra del criterio del Supremo.
- Ahora, los proetarras, que ya gobiernan en Guipuzcoa y, entre otros, en el ayuntamiento de San Sebastián, aspiran a hacerse con el poder autonómico.
- Y es que, tras la ruptura de la alianza del PP con Patxi López, el lehendakari ha adelantado las elecciones al 21 de octubre.
- Es la gran oportunidad de ETA: según el último Euskobarómetro, Bildu sería la segunda fuerza política, por detrás del PNV.
A pesar de las insistentes negativas de Patxi López de adelantar las elecciones al parlamento vasco desde que el PP rompiera su alianza con el PSOE el pasado mes de mayo, este martes el lehendakari no ha tenido más remedio que hacerlo. Y lo ha hecho por la debilidad de su Gobierno, incapaz de aprobar medidas en un momento económico sumamente delicado. Pero claro, si te enfrentas sistemáticamente al Gobierno de la nación, del PP, jugando a ser el número dos de Rubalcaba, te expones a que tu aliado –el PP- deje de serlo.
Así las cosas, los comicios se celebrarán el domingo 21 de octubre, justo un día después del primer aniversario del anuncio del cese de la violencia de ETA.
Mucho nos tememos que esa fecha, el 21 de octubre, marcará el inicio de un Gobierno independentista en el País Vasco. Camino que abrió el presidente del Tribunal Constitucional (TC), Pascual Sala (en la imagen), cuando dio luz verde –junto con otros cinco magistrados, a la formación proetarra, en contra del criterio de Tribunal Supremo.
Ahora, tras lograr el poder en la diputación de Guipúzcoa y en el ayuntamiento de San Sebastián, la izquierda abertzale aspira a gobernar el País Vasco. De hecho, lo más probable es que lo logre tras pactar con el PNV. Así, según el último Euskobarómetro, Bildu lograría el 25% de los votos, es decir, 22 parlamentarios, sólo detrás del Partido Nacionalista Vasco, que obtendría entre 23 y 24 escaños, es decir, el 32% de los votos.
Y sí, se plantea un futuro alarmante para el País Vasco, gobernado por primera vez, por un bipartito independentista. Hasta ahora sólo hemos conocido gobiernos del PNV en solitario o en alianza con el PSOE o, como en esta última legislatura, del PSOE con el apoyo del PP. Otro gallo cantaría si se permitiese votar a los vascos exiliados por terrorismo. Pero, hoy por hoy, no parece que vaya a suceder.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com