Este tipo de episodios son parte del clima general de violencia e intimidación que sufren las minorías cristianas en PakistánUna chica cristiana de 16 años de Layyah en la provincia de Punjab (Pakistán), fue secuestrada, obligada a convertirse y casarse en el rito islámico con un rico terrateniente musulmán. La familia de Samariya -nombre de esta chica- ha organizado en los últimos días, una protesta pública en Lahore, capital de Punjab, junto con otros líderes cristianos y miembros de organizaciones de la sociedad civil, exigiendo justicia al gobierno, informa Fides.
La organización LEAD ('Legal Evangelical Assistence and Development'), que protege la vida de los cristianos en Pakistán, Samariya fue secuestrada cuando se dirigía a la escuela. Más tarde fue forzada al matrimonio islámico con un musulmán rico, propietario de la casa donde vive la familia de la chica. La familia de la chica presentó una denuncia en la comisaría del distrito. El Abogado cristiano Sardar Mushtaq Gill, que ha asumido la defensa de la familia, ha hecho un llamamiento al primer ministro de Punjab, Shahbaz Sharif (hermano del primer ministro del gobierno nacional, Nawaz Sharif), pidiendo la devolución inmediata a su familia de origen de Samariya y un proceso judicial contra los secuestradores.
Gill ha recordado: "Hay muchos ejemplos similares de jóvenes mujeres cristianas secuestradas, convertidas al Islam y obligadas a casarse con ricos terratenientes musulmanes. Estas niñas a menudo son mantenidas como esclavas, y después de un período de tiempo, abandonadas, vendidas o incluso asesinadas". Según fuentes de Fides, los casos de chicas hindúes y cristianas que sufren este destino en Pakistán son en promedio unas 800-1000 por año.
Gill afirma que este tipo de episodios -bien documentados en el pasado por la Agencia Fides- son parte del clima general de violencia e intimidación que sufren las minorías cristianas en Pakistán. El abogado informa a la Agencia Fides de otro episodio, el 29 de enero, Salamatay Bibi, una mujer y madre cristiana de 48 años, obrera en un horno para la cocción de ladrillos, fue brutalmente golpeada, junto con sus hijos, por seis hombres, relacionados con los propietarios de la fábrica de arcilla. El incidente parece estar relacionado con una deuda que la familia de la mujer tiene con el dueño de la fábrica.
No pararemos de repetir: urgen oraciones por los cristianos perseguidos por su fe en Cristo.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com
La organización LEAD ('Legal Evangelical Assistence and Development'), que protege la vida de los cristianos en Pakistán, Samariya fue secuestrada cuando se dirigía a la escuela. Más tarde fue forzada al matrimonio islámico con un musulmán rico, propietario de la casa donde vive la familia de la chica. La familia de la chica presentó una denuncia en la comisaría del distrito. El Abogado cristiano Sardar Mushtaq Gill, que ha asumido la defensa de la familia, ha hecho un llamamiento al primer ministro de Punjab, Shahbaz Sharif (hermano del primer ministro del gobierno nacional, Nawaz Sharif), pidiendo la devolución inmediata a su familia de origen de Samariya y un proceso judicial contra los secuestradores.
Gill ha recordado: "Hay muchos ejemplos similares de jóvenes mujeres cristianas secuestradas, convertidas al Islam y obligadas a casarse con ricos terratenientes musulmanes. Estas niñas a menudo son mantenidas como esclavas, y después de un período de tiempo, abandonadas, vendidas o incluso asesinadas". Según fuentes de Fides, los casos de chicas hindúes y cristianas que sufren este destino en Pakistán son en promedio unas 800-1000 por año.
Gill afirma que este tipo de episodios -bien documentados en el pasado por la Agencia Fides- son parte del clima general de violencia e intimidación que sufren las minorías cristianas en Pakistán. El abogado informa a la Agencia Fides de otro episodio, el 29 de enero, Salamatay Bibi, una mujer y madre cristiana de 48 años, obrera en un horno para la cocción de ladrillos, fue brutalmente golpeada, junto con sus hijos, por seis hombres, relacionados con los propietarios de la fábrica de arcilla. El incidente parece estar relacionado con una deuda que la familia de la mujer tiene con el dueño de la fábrica.
No pararemos de repetir: urgen oraciones por los cristianos perseguidos por su fe en Cristo.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com