Todos sabemos, o deberíamos saber, que un sindicato es una asociación de trabajadores con el objetivo de defender los intereses sociales, económicos y profesionales de los mismos.
Pero cuando miramos hacia los dos más importantes que tenemos en España, observamos que su función es justamente la opuesta. La demagogia de sus representantes, hace creer al mundo laboral que se mueven con ese cometido básico que debían cumplir.
En nuestro país, a los sindicatos no les preocupa la afiliación mayor o menor de asalariados; su único objetivo – y hay que decirlo claro- es la subvención estatal, a cargo de los impuestos de todos los ciudadanos (se dice que, en los peores momentos de la crisis, con el anterior gobierno, recibieron más de 500 millones de euros).
Por esta razón se esfuerzan en obstaculizar las medidas tendentes a solucionar la situación de crisis por la que atravesamos, sin hacer mención a los causantes de la misma y con profusión de acusada deslealtad hacia nuestra nación. No les importa que nuestra economía se hunda más de lo que está, que los puestos de trabajo disminuyan al tiempo que crece el desempleo, que haya inestabilidad social…
La única preocupación que tienen es que gobierne la izquierda para recibir abundantes cantidades de dinero, salidas de las arcas públicas, y vivir sin la inquietud de tener que ganarse adeptos que aporten sus cuotas.
Va siendo hora que nos demos cuenta y difundamos el cinismo de estos señores, empeñados en dificultar todos los esfuerzos que hacemos para salir adelante, llenando las calles de manifestaciones, huelgas injustificables, alteraciones del orden, molestias a todos, etc., con el único propósito de desgastar al actual gobierno, que elegimos por gran mayoría, e intentar que vuelvan los anteriores, sabiendo que podrían conseguir el caos total económico y laboral. Dejen, por favor, de poner "palos en las ruedas" y que podamos superar nuestra penosa situación. Si tuvieran ese rasgo de generosidad, de sensatez, de coherencia, seguro que respondería mucho mejor el mundo laboral y conseguirían más afiliados.
Pablo Delgado Escolar