Con la muerte de mi hijo no me sumé  a los que querían imputar la muerte de mi hijo al Gobierno, ha explicado Anguita y ha reconocido que eso es algo que yo no deseo que le pase a nadie. Para él, los maestros que se pareciesen a él tendrían que ser: gente cumplidora de su deber, con sentido del honor, de respeto a los demás, de exigir a los demás, de exigirse a uno mismo y que todos somos radicalmente iguales y que hay que ir acabando con las diferencias.