Para que luego digan que los progres y revolucionarios no trabajan por la familia. Se desloman por la familia siempre que sea la suya. Ya no será sólo la esposa del presidente la que tenga vía libre para mangonear donde mejor le plazca. La mismísima hermana del presidente argentino, Néstor Kirchner, Alicia ha sido nombrada ministra de Desarrollo Social.
Sin duda, han pesado en el nombramiento su valía personal. Y es que Alicia Kirchner ha sido la encargada de movilizar a los piqueteros contra las instalaciones del capital extranjero. Mientras Néstor advertía a la policía que no tocara un pelo de sus muchachos, la hermana agitaba a las masas contra el gran capital. Por su parte, el presidente las amenazaba con partirlas como un queso si no se portaban bien. Seguridad jurídica a espuertas, vamos.
Además, el ministerio de Alicia Kirchner es especialmente sensible porque es el responsable de gestionar el salario social inventado por su hermano Néstor para los cabezas de familia desprotegidos económicamente. De esta forma se consolida un clientelismo que explica muy bien la popularidad por el presidente argentino. Y no es cosa de perderlo. Así que nada mejor que una hermana para gestionar como Dios manda el invento. ¿A que está muy bien?