Es decir, pasamos del anda es ver ni mentira –un absurdo manifiesto que lleva imperando desde hace 40 años- a decidir que el mal es el bien y el bien es el mal. Los del Mayo del 68 luchaban contra cualquier tipo de moral, es decir, contra la moral cristiana; el discurso cultural dominante en 2012 trata de imponer una nueva moral, la suya, que resulta bastante inmoral.
El Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales ha sido otorgado a la norteamericana Martha Nussbaum (en la imagen). Dejando a un lado su feminismo, tan bobalicón como todo feminismo, la galardonada pretende superar el relativismo, pues afirma haberse dado cuenta de que no conduce a nada. Ya se sabe que la verdad o es absoluta o no es verdad, y que el bien, o es objetivo o no es bien. Podríamos añadir: la realidad, o existe o no es realidad.
Ahora bien, intentar superar el relativismo no es más para que te den el Noble, Cualquier persona con sentido común sabe que el relativismo es una inconsistencia que sólo conduce a la locura. Y la única forma de zafarse de la demencia es aferrarse a algo, lo que sea, aunque sea la tontuna feminista, en lo que creer.