La objeción de conciencia de los médicos navarros frente al aborto hacía que las mujeres tuvieran que desplazarse a provincias cercanas si querían abortar. Por supuesto, con dinero público. La equidistancia de respetar la objeción y pagar para que ser puedan realizar abortos mantenía tranquila la conciencia de Miguel Sanz, presidente de Navarra.
Pero no la de los socialistas, que junto a NaBai e Izquierda Unida tienen mayoría en el parlamento autonómico. Este jueves han hecho valer esa mayoría para modificar la ley de manera que se garantice la práctica de abortos en Navarra. La ley no indica cómo, pero no son muchas las alternativas, que pasan por importar carniceros que quieran perpetrar abortos en territorio navarro o fomentar la instalación de abortorios, un jugoso negocio.