Imaginen que son admiradores de la obra de William Shakespeare y que tienen el capricho de adaptar su comedia: Mucho ruido y pocas nueces... Sigan imaginando que deciden hacerlo a coste cero, es decir, rodando en la casa propia, con actores amigos y utilizando el decorado y vestuario actual. Eso hizo el director Josh Whedon (famosísimo por Los Vengadores) y, aunque les sorprenda, el resultado de esta versión contemporánea de Mucho ruido y pocas nueces no ha quedado nada mal…
Aunque las primeras imágenes, con los personajes vistiendo ropa informal pero hablando con el lenguaje de época de la comedia de Shakespeare descolocan bastante, el ingenio de los diálogos y los enredos que plantea esta conocida obra clásica van calando en cualquier cinéfilo lo que provoca su interés.
Sin dejar de reconocer que una película vanguardista de estas características, rodada en blanco y negro en doce días, no deja de ser un producto minoritario, Mucho ruido y pocas nueces agradará a los seguidores de las versiones shakesperianas porque respeta el espíritu y el texto original de la obra clásica.
La anécdota de esta comedia es que en el reparto aparece el actor Nathan Fillion, famosísimo por su encarnación de Castle, en la serie televisiva del mismo nombre. Rizando el rizo se hace un guiño al espectador, porque este actor es el investigador de la trama…
Para: Agradará a los aficionados a las adaptaciones cinematográficas de las obras de William Shakespeare