Sr. Director:
Hace dos días pudimos contemplar el maravilloso progreso que se ha producido en España, gracias a la magnífica organización de la marcha gay entre las calles de la capital.
Fue impresionante el despliegue realizado por las diferentes asociaciones de gays y lesbianas, con las diversas carrozas, de toda Europa, luchando por sus derechos.
Yo soy en joven estudiante, que el próximo año va a comenzar la carrera y esto es lo que hubiese dicho otro semejante a mí que se hubiese dejado engañar por los medios, sobre la 'pacifidad' de la marcha y que además tuviese una visión crítica poco desarrollada. En cambio, durante la marcha, no pudimos dejar de contemplar las más "originales" e insultantes pancartas contra los sentimientos de una gran parte de los españoles.
Me voy a limitar a recordar que las grandes manifestaciones populares, a favor de la familia (y no en contra de nada ni de nadie) y la que recordaba la importancia de que los padres elijan la educación de sus hijos, no fueron financiadas por las autoridades locales, y mucho menos fueron insultantes.
(Los datos personales han sido eliminados por petición expresa del autor)