Atascos de entrada a la capital y comercios y cafeterías abiertas muestran el alcance de la crisis
En pleno agosto -madrugada del lunes 3- se registraban retenciones a la entrada a Madrid por las radiales 4 y 5, algo nunca visto y que nadie podía sospechar en un Madrid que presuntamente se iba a quedar vacío. De vacío nada. No sólo eso: comercios y cafeterías que acostumbraban a cerrar en agosto han decidido abrir, que no están los tiempos para ceder clientela. Señales evidentes de que la crisis no aminora, por más que exista un consenso entre políticos, patronales y medios informativos para concluir que sí, que se ve la salida al final del túnel. Y si no, reparen en la Bolsa.
Entre la crisis, y las obras del alcalde Ruiz Gallardón -especialista en soterramientos y deuda municipal-, motivo de comentarios -poco placenteros- por parte de los vecinos la capital estará muy animada durante el mes que acaba de comenzar.