El nuevo ministro de Industria, el catalán José Montilla, considerado uno de los halcones del equipo económico de Rodríguez Zapatero, ha enviado un mensaje muy claro al presidente del Santander Central Hispano (SCH), Emilio Botín, al  del BBVA, Francisco González, y al de la primera eléctrica del país, Endesa, Manuel Pizarro. El nuevo responsable de Industria considera que no resulta nada presentable que el Estado conceda licencias de telecomunicaciones a unos grupos españoles para que luego estos hagan plusvalías vendiéndoselo a inversores extranjeros. Endesa es el primer accionista del grupo de telecomunicaciones AUNA, que, a su vez, es una pieza fundamental en el cableado del país, especialmente de Cataluña y Andalucía. Su primer accionista es Endesa, pero la gestión la controla el Santander Central Hispano dado que entre el SCH y Unión Fenosa, otra empresa del grupo Botín, suman más acciones que Endesa.

 

Por ejemplo, el presidente de Unión Fenosa, propietaria del 18,7% de AUNA, considera que la operadora vale 9.000 millones de euros y que su participación ya alberga una plusvalía de 1.000 millones de euros. Ahora bien, el propio Antonio Basagoiti afirma que existe una alternativa a la venta a otro operador extranjero, y esa alternativa es la salida a Bolsa.

 

Por su parte, el nuevo responsable de Industria considera que el principal problema que tiene la economía española es la deslocalización. Por eso, considera que urge mantener la propiedad de empresas estratégicas, especialmente aquellas que se derivan de una licencia administrativa. Pero, no sólo se trata de las telecomunicaciones. Para el nuevo departamento de Industria hay otro sector clave que no debe "desespañolizar": la energía. Aunque confiesan que todavía no existe una estrategia clara al respecto, los hombres de Montilla afirman que caminan hacia empresas energéticas integrales (suma de eléctricas y petroleras). Ni que  decir tiene que, según esas mismas fuentes de Industria, la labor de La Caixa en la remodelación del sector energético tiene que ser crucial. En esta encrucijada están concernidas las siguientes empresas, Repsol YPF, Gas Natural, Iberdrola, Cepsa, Endesa y Unión Fenosa.

 

Y todo esto coincide con el deseo de Gas Natural de hacerse con una eléctrica. Iberdrola sigue siendo su primer objetivo, claro está, tras el fracaso de la OPA, pero si La Caixa no consiguiera que Repsol YPF cambiara de opinión, sus ojos se volverían hacia Endesa o hacia la propia Unión Fenosa.

 

En cualquier caso, Montilla ya ha enviado el consiguiente mensaje a los tres soportes financieros españoles: BBVA, SCH y Caixa. Y, muy especialmente, a Botín y FG, porque ninguno de los dos tiene mucha querencia industrial. Eso sí, debería contar también con CajaMadrid, la cuarta pata de la mesa en cuanto a participaciones industriales se refiere.