Resulta muy divertido. Cada vez que algo incomoda al Gobierno, se afirma que se trata de algo "normal". Por ejemplo, la reunión mantenida entre el PSOE y el PSC el pasado lunes 14, es "normal", dentro del marco de las conversaciones que el Gobierno mantiene con las CCAA "para abordar muchos temas", señaló la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega.

 

"Por fin hemos normalizado las relaciones con las CCAA", señaló De la Vega para no responder a la pregunta de si accederán a la demanda de los catalanistas del partido federad (PSC) de ceder competencias según lo establecido en el artículo 150.2 de la Constitución. Ahora, la relación es normal, pero hace tres semanas el Gobierno anunciaba su no disposición a aplicar el 150.2. ¿Cuál es la diferencia? El importante subidón del PSC en las últimas elecciones europeas.

 

Pero hay más normalidad. Por ejemplo, el viaje del presidente José Luis Rodríguez Zapatero al Vaticano previsto para el lunes 21 se encuadra "en la apretada agenda internacional del presidente", afirmó De la Vega. La vicepresidenta no lo pudo resistir y añadió que Zapatero irá a visitar al jefe del Estado Vaticano "Su Santidad el Papa". Trataba de darle un aire institucional, pero le salió "Su Santidad", que queda muy poco progre. María Teresa, la próxima vez, debemos practicar.

 

Pero la normalidad del Gobierno se refleja también en las relaciones con los Estados Unidos. El Ejército norteamericano ha anunciado que revisará su proyecto de convertir Rota en centro de operaciones. El antiamericano presidente de la junta de Andalucía, Manuel Chaves, está que se sube por las paredes ante la merma que supone que los malditos yankies no vengan por toneladas a nuestras costas a gastarse su dinero. Pero la revisión es "normal" dentro de las relaciones que el Gobierno español mantiene con los Estados Unidos.