Sr. Director:

Hay que agradecer a Maragall su sinceridad, al declarar que habría que haber cambiado la Constitución antes que el Estatuto catalán. Es un claro reconocimiento de que el estatuto no cabe en una Constitución sin cambios.

Los servicios jurídicos del Senado y prestigiosos jueces ya habían reconocido que el Estatuto catalán era inconstitucional. Ahora incluso sus impulsores lo admiten. En esto Maragall lleva razón: en primer lugar habría que haber cambiado la Constitución buscando el acuerdo y consenso de todos, siguiendo el espíritu de la Transición y después aprobar un Estatuto de acuerdo con esta nueva Carta Magna, pero se ha querido hacer al revés y el resultado, tal como ha reconocido Maragall, "no ha valido la pena" y ha sido una constante fuente de conflictos y una pérdida de energías para todos.

Carmen B. Fernández

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