Parece una broma pero no lo es. Resulta que en la ciudad norteamericana de Fort Lee (no me extraña que el general confederado perdiera la guerra) ya han colocado 117 multas de 66 euros por escribir mensajes en el móvil mientras se camina por la calle. Sí, han entendido la cosa: no mientras se conduce, sino mientras se camina por la calle. Lo cual, claro está, puede provocar grandes accidentes, probablemente mortales.

El problema de vivir obsesionado por la salud y la seguridad es doble: malvives y, encima, al final, te mueres igual. Los médicos no nos han alargado la vida, sino la supervivencia. Y algo similar ocurre con los obsesos de la seguridad: cuantas más medidas, más inseguridad, tanto violenta como no violenta, y más miedo: miedo a morir y miedo a vivir.

Eulogio López

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