• "Las Naciones Unidas condenan rápidamente el antisemitismo; queremos ver que sucede lo mismo cuando se persigue a los cristianos", dijo el arzobispo ortodoxo sirio de Mosul, Nicodemus Daoud Sharaf.
  • Louis Raphael I hizo un llamamiento para crear una zona protegida para los cristianos al norte de Irak, que debería estar bajo el mandato de las Naciones Unidas, informa AIN.
  • Mientras, Obama agradece el respaldo del Congreso de EEUU a la ley que permitirá armar y entrenar a los rebeldes sirios moderados. 
"Los cristianos en Irak tendremos un futuro si la comunidad internacional nos ayuda inmediatamente. No lo olvidéis". Con esas palabras, el Patriarca caldeo Mons. Louis Raphael I Sako se dirigió a la comunidad de Estados en una conversación con la Fundación Pontificia Internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada.

El Patriarca hizo esas declaraciones con ocasión de una conferencia sobre la situación de los cristianos en Próximo Oriente que, con el apoyo económico de Ayuda a la Iglesia Necesitada, se desarrolló coincidiendo con la Asamblea General del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, celebrada en Ginebra.

"La población está decepcionada por la poca ayuda que se ha recibido hasta ahora". El Patriarca continuó diciendo: "Actualmente están desplazados en Irak unos 120.000 cristianos. Necesitan todo, porque los terroristas del EI les han quitado todo. El mayor desafío actualmente es conseguir viviendas. Se acerca el invierno, que en el Kurdistán iraquí puede ser muy frío, y los refugiados no pueden continuar en tiendas de campaña. Para ello necesitamos urgentemente ayuda".

En una declaración ante los participantes en la conferencia, Louis Raphael I hizo un llamamiento para crear una zona protegida para los cristianos al norte de Irak, que debería estar bajo el mandato de las Naciones Unidas y constituirse con la participación activa de los Estados limítrofes. "Necesitamos una resolución de las Naciones Unidas, que permita nuestro regreso", dijo la cabeza de la Iglesia católica caldea.

El Arzobispo ortodoxo sirio de Mosul, Nicodemus Daoud Sharaf, dijo que las Naciones Unidas deben reconocer la persecución de los cristianos en Irak como genocidio y condenarlo como tal. "Las Naciones Unidas condenan rápidamente el antisemitismo; queremos ver que sucede lo mismo cuando se persigue a los cristianos". Continuó diciendo que le alegra la visita de políticos occidentales en Irak. "Pero lo que necesitamos es auténtica ayuda humanitaria. Para nosotros, el tiempo es un factor importante: cada vez más personas están abandonando el país".

El Patriarca católico sirio Ignace III Yousif Yunan, que reside en Líbano, hizo asimismo un llamamiento a un mayor compromiso de la comunidad internacional. "Cuando el EI conquistó lugares sirio-católicos como Qaraqosh, decenas de miles de mis fieles tuvieron que huir. La ayuda de la comunidad internacional no solo les ayudaría materialmente, sino que también les mostraría que no están solos y olvidados". Los cristianos de Próximo Oriente, sin embargo —continuó diciendo— son demasiado pocos y demasiado pobres para despertar el interés de las naciones industrializadas.

El Patriarca Ignace subrayó que, a largo plazo, la presencia cristiana en Próximo Oriente solo puede garantizarse con la separación entre la religión y el Estado. "Como familia internacional hemos de seguir trabajando en pro de una separación entre el Estado y la religión". En este contexto, hizo un llamamiento a que los musulmanes reinterpreten sus sagradas escrituras. "En el siglo XXI no se puede hacer la misma exégesis que en el siglo VII".

El Arzobispo Sharaf, por su parte, criticó la deficiente reacción de los musulmanes a las actuaciones del EI. "Cuando, hace unos años, se publicaron en Dinamarca las caricaturas de Mahoma, millones de musulmanes salieron en todo el mundo a la calle, porque se trataba de algo que atentaba contra el Islam. Pero el EI también está considerada como contraria al Islam. ¿Dónde están ahora las manifestaciones en contra".

En la conferencia 'Cristianos en Próximo Oriente: ciudadanía, Derechos Humanos y su futuro', organizada por la representación del Vaticano en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, participaron, entre otras, delegaciones de Estados Unidos, Gran Bretaña, Polonia y Austria. A su término, el embajador de Estados Unidos, Keith Harper, recibió a una delegación de los representantes de la Iglesia en Irak para mantener una conversaciones.

A todo esto, el presidente estadounidense, Barack Obama, destacaba el amplio apoyo mostrado por los demócratas y republicanos del Congreso de EEUU a la ley que permitirá armar y entrenar a los rebeldes sirios moderados contra los yihadistas: "Como le dije a nuestras tropas ayer, podemos unirnos a aliados y socios para destruir al Estado Islámico sin las tropas estadounidenses luchando en otra guerra sobre el terreno en Oriente Próximo".

Obama celebra que "más de 40 países, incluidos países árabes, han ofrecido su ayuda" a la coalición internacional que combatirá al Estado Islámico. En concreto, el mandatario ha hecho referencia a Francia, que podría realizar ataques aéreos contra posiciones de la milicia en Irak próximamente, tal y como había anunciado hace un día su presidente, François Hollande.

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com