En el debate sobre el Estado de la Nación, el presidente del Gobierno se refirió al impulso del Plan de Derechos Humanos 2008-2012.
Se refería a la reforma de regulación del aborto y luego al anuncio posterior que hicieran sus ministras de Sanidad e Igualdad de que dentro de tres meses se va a dispensar la píldora postcoital sin necesidad de receta. Tanto en un caso como en el otro se vulnera el derecho del niño por nacer. Y tanto en un caso como en otro se fomenta, de un modo indirecto, un tipo de educación sexual que aumentará el número de abortos.
Aunque hace ya sesenta años que se produjo aquel "gran consenso", no olvidemos que la fuente de los Derechos Humanos no puede ser el acuerdo político, sino la radical dignidad del ser humano.
Después del debate, lo único que he sacado en conclusión es que nuestro Gobierno está inmerso en una crisis que no podremos salir de ella mientras no sean capaces de afrontar la crisis, pero de valores, primero.
Nieves Jiménez
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