He leído con preocupación la noticia de que las matrículas volverán a llevar distintivos regionales, porque eso hará que los catalanes seamos un poco más pobres.
A causa de la política sectaria de muchos nacionalistas, lo catalán cada vez es más antipático en el resto de España. Vender un coche usado con matrícula catalana fuera de Cataluña era cada vez más difícil, y el precio cada vez más bajo. Y ahora que por fin se había resuelto el problema, y que los trabajadores catalanes podíamos vender bien nuestros coches, quieren deshacer ese avance.
Señor Maragall, ya que le preocupa tanto la deslocalización, le ruego que informe a los concesionarios catalanes de que mi próximo automóvil llevará la bandera cuatribarrada en la matrícula... porque lo habré comprado en Aragón.
Bartolomé Cuerda
bartolomecuerda@yahoo.com