Pedro Almodóvar vuelve al género de la comedia con Los amantes pasajeros, una película casposilla de difícil digestión.

¿Recuerdan aquellas películas de los años 70, de humor rancio y continuos chistes sexuales, que intentaban vender como algo moderno Pues bien, algo así ha hecho Pedro Almodóvar en su última comedia que pretende hacer reír dando rienda suelta a un grupo de personajes gays de lo más amanerado y patético.

Los amantes pasajeros narra un accidentado vuelo entre Madrid y México DF cuya tripulación (que parece una versión "cutrilla" de Village People), ante la situación de emergencia técnica, decide controlarla durmiendo a todo el pasaje que viaja en turista. En esa tesitura tan sólo los que se encuentran en la clase VIP son testigos de la gravedad y la locura de quienes están al frente del avión.

Continuas menciones a felaciones, flatulencias y todo tipo de groserías  se mezclan sin gracia, y sin ritmo, en esta película chabacana, permisiva hacia todo tipo de prácticas sexuales y donde  el ingenio brilla por su ausencia, por más que se intente hacer cómplice al espectador con menciones a temas peliagudos como la corrupción bancaria o los líos de la Corona… De tal forma que esta comedia huele a naftalina o… a algo peor.

Para: Nadie