Sr. Director:
Después de lo que estaba cayendo sobre la Casa Real: el caso Urdangarín, el tiro que en circunstancias nada claras que se da el nieto, Froilán, en el pie.
Lo de pedir disculpas ha sido un acierto. El Rey se ganó el respeto de los españoles con su arrepentimiento. Ahora, tiene que ganarse su afecto suprimiendo cualquier motivo de escándalo, motivos que según algunos medios los puede haber.
Pedro J. Piqueras Ibáñez
Después de lo que estaba cayendo sobre la Casa Real: el caso Urdangarín, el tiro que en circunstancias nada claras que se da el nieto, Froilán, en el pie.
Después de todo eso, salta a los medios el safari-cacería, todo un desbordamiento institucional, en Botswana y la vuelta de urgencia, por grave accidente, del Rey. Las críticas por este escándalo parece que van disminuyendo. Sobre lo mucho que se ha hablado del error regio las aguas se reconducen. Don Juan Carlos salió del hospital pidiendo perdón con las once palabras que van a hacer historia: "Lo siento mucho. Me he equivocado y no volverá a ocurrir".
Lo de pedir disculpas ha sido un acierto. El Rey se ganó el respeto de los españoles con su arrepentimiento. Ahora, tiene que ganarse su afecto suprimiendo cualquier motivo de escándalo, motivos que según algunos medios los puede haber.
Pedro J. Piqueras Ibáñez