El ministerio de Educación se quita por vez primera la careta y reconoce que el objetivo de la asignatura es formar en ideología a los alumnos sin convicciones. Así lo afirmó el director general de Educación, Pérez Iriarte, sin que el secretario de Estado, Alejandro Tiana, rectificara. La polémica asignatura se convierte en un proyecto totalitario al que el Gobierno Zapatero no piensa renunciar. La ministra Mercedes Cabrera, en plan talante: rechaza la supresión de la Ley, la regulación legal de la objeción de conciencia y el cambio a no computable
En la mañana de este miércoles ha tenido lugar una reunión entre representantes del ministerio de Educación y miembros de la asociación Profesionales por la Ética (PPE), impulsora de un movimiento de objeción de conciencia que cuenta ya con 100.000 padres dispuestos a ejercitar su derecho a que sus hijos no sean adoctrinados por la ideología gubernamental.
Durante una hora y 20 minutos, el secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana y el Director General de Educación, Formación Profesional e Innovación Educativa, José Luis Pérez Iriarte, trataron de persuadir a los representantes de PPE de su intento de iniciar un movimiento de objeción a la polémica asignatura de Educación para la Ciudadanía (EpC). Argumentaron que se trataba de una ética de mínimos, que se trataba básicamente de enseñar a los chavales principios constitucionales, etc. Lo consabido.
Los representantes de PPE insistieron en que tenían la sospecha fundada por el contenido de los temarios de que lo que el gobierno pretende con EpC es formar ideológicamente a los jóvenes.
- Eso es imposible, no tenemos capacidad de controlar lo que dicen varios miles de maestros
- Sí, ya sabemos que en los colegios concertados se tendrá sensibilidad para tratar determinados temas. Pero nos preocupa lo que pueda pasar en otros colegios con alumnos con menores convicciones, responde el portavoz de PPE, Fabián Fernández de Alarcón.
- Es que eso es precisamente lo que pretendemos, formar en ideología, señala Pérez Iriarte
- ¿En qué ideología?, pregunta Fernández de Alarcón
- En todas
- Ya, pero eso ya es una ideología, porque el relativismo sincrético no nos vale.
Tiana trata de mirar para otro lado y cambiar la conversación. Pérez Iriarte ha dicho lo que todos en el gobierno piensan, pero nadie se había atrevido a decir hasta ahora: el objetivo inconfesable del Gobierno en formar en ideología a quien se deje. Y los más afectados serán los alumnos con escasas convicciones morales, a los que el Gobierno les proveerá de su moral e ideología. Por fin tenemos la verdad. Una verdad que, por supuesto, tampoco Tiana se atrevió a desmentir.
Eso explica que la no discriminación por razón de género sea interpretada por el ministerio como un principio constitucional, cuando nuestra Carta Magna habla de no discriminación por razón de sexo. No es lo mismo : el sexo no se elige, el género se construye, según la ideología de género de este gobierno.
La voluntad negociadora de este gobierno deja mucho que desear, critica Fernández de Alarcón. Y es que a pesar de que PPE lleva año y medio tratando de expresar sus opiniones a los responsables del ministerio, Educación ha esperado a que se publiquen en el BOE los decretos de mínimos para convocar una reunión cuyo único objetivo era tratar de desactivar la campaña de objeción de conciencia.
PPE, en su voluntad negociadora ha ofrecido tres alternativas al gobierno. La primera ha sido la retirada de la Ley. El ministerio considera que esta opción es inviable una vez que ha sido aprobada y publicada en BOE. La segunda oferta de PPE es que se regule el derecho a la objeción de conciencia, algo que el ministerio tampoco pretende hacer porque considera que EpC es básica para sus objetivos adoctrinadores. La tercera propuesta es que se modifique la regulación de la ley de manera que EpC sea no computable, al igual que lo es la religión. Tampoco Tiana ha aceptado esta fórmula.
Y ante la negativa del ministerio, la única opción viable es que los padres prosigan su campaña de objeción de conciencia. Esa que De la Vega desprecia como insignificante. Veremos. Pero muchos padres no están dispuestos a que el gobierno trate de adoctrinar a sus hijos. Ni tampoco que trate de imponer su ideología a quienes tienen menores resortes morales. La campaña de objeción de conciencia a EpC no ha hecho sino empezar, concluye Fernández de Alarcón.
Con la asignatura de Educación para la Ciudadanía está ocurriendo lo mismo que con la disciplina de Religión. Es lo que podríamos llamar el talante de la ministra del ramo, Mercedes Cabrera. En ambos casos se han convocado mesas de diálogo con los discrepantes, pero en ninguna de las dos materias Cabrera ha cedido un ápice desde sus planteamientos iniciales. Eso sí, las cámaras de TV y los fotógrafos han recogido una y otra vez los momentos previos a cada reunión.