Las prisas que la Ministra de Igualdad del proyecto socialista, Leire Pajín, tenía para interpretar el último movimiento de implantación ideológica, con la tramitación por vía de urgencia de la Ley de Igualdad de Trato, se han topado con el frenazo de la Mesa del Congreso.
Con los votos del PP y de CIU y el PNV, la tramitación urgente del proyecto de Ley fue rechazada, con lo que la estrategia socialista de colar una ley que lleva hasta las últimas consecuencias el disparate ético, queda pendiente de lo que previsiblemente ocurra en las próximas elecciones generales.
Además de ser un signo de la debilidad de este Gobierno, el frenazo de la mesa del Congreso pone en evidencia que las obsesiones ideológicas del ejecutivo de Zapatero no son prioridad para el resto de partidos políticos ni, lo que es más importante, para la sociedad. Bien haría el Gobierno en dar respuesta a los graves problemas reales que atenazan a al sociedad española o en dejarlo de una vez y convocar nuevas elecciones, y no dedicar tiempo, esfuerzo y recursos a leyes innecesarias.
El proyecto de Ley de Igualdad de Trato había recibido ya el varapalo del Consejo de Estado que consideraba inconstitucionales algunos de sus presupuestos. Y pese a que el Gobierno ha pretendido en todo momento eludir un profundo debate social sobre este proyecto, han sido muchas las voces que han alertado sobre la restricción de libertades que implicaría. Ahora queda sometido al trámite ordinario.
Suso do Madrid
