En EE.UU el concepto de madres solteras jóvenes se encontraba ligado a adolescentes que habían quedado embarazadas en su etapa escolar. Debían enfrentarse solas a sacar adelante a su hijo o viviendo con sus padres y con la ayuda que estos les pudieran prestar.
Ahora, la típica "madre soltera joven" es una graduada de escuela secundaria que bien podría estar viviendo con el padre del bebe (aparejados o en pareja).
Este tipo de embarazos que acaban en nacimiento han aumentado un 27% en los últimos veinte años. Actualmente, del total de nacimientos, el 41% se producen fuera del matrimonio. De ellos, el 60% corresponden a mujeres veinteañeras mientras que solo el 20% son chicas menores de 20 años.
Al cumplir los 30 años dos tercios de las mujeres estadounidenses ya han tenido su primer hijo, generalmente fuera del matrimonio. Esta situación provoca que el niño crezca en una situación inestable y de desventaja emocional frente aquellos que nacen en el seno de una familia constituida. De hecho, más del 40% de las parejas que tienen un hijo sin casarse rompen antes de que el hijo cumpla los cinco años.
El crecimiento del número de madres solteras entre los 20 y 30 años refleja también la tendencia a retrasar el matrimonio. Con secuelas negativas para los hijos como ya hemos comentado.
Suso do Madrid