Sr. Director:

Acabo de entrar en la página que se supone de información, si no más directa, de las más directas, acerca del Tratado sobre el que responderemos el 20-F. Es www.constitucioneuropea.es. La primera idea que uno puede sacar al entrar en esta dirección es que es un lugar donde se ofrece información para que todos, ciudadanos españoles, nos informemos del mismo. Claro que un observador atento no saca las mismas conclusiones. Si se navega hacia el lugar donde se ofrece documentación, hay un apartado donde se ofrece la Declaración del Tribunal Constitucional. Claro, ahí faltan los votos particulares -para el que no lo sepa un voto particular es la argumentación de un magistrado que discrepa del resultado de la votación sobre el final del texto que conforme a la regla de las mayorías se adopta- que son también bastante significativos.

¿Acaso lo que el Gobierno, sin ofender, pretende es que nos traguemos el Tratado imposibilitando una opinión en contra? No sé cuál será mi voto pero nadie consigue hacerme ver la valía de un Sí: hoy en la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla, en varias sesiones se han explicado las innovaciones y ventajas del Tratado. Varios ponentes concluían que no se ofrecen muchas soluciones que eran necesarias -en materia fiscal, de derechos fundamentales, etc.- y que apenas se innova derecho, pero que en conjunto el Tratado merece un "Sí".

Mi reflexión, sin embargo, era más bien distinta, si no se innova y no se ofrecen muchas soluciones necesarias, ¿por qué voy a decir que sí? Digo que no y así en un siguiente texto se podrá "enmendar la plana". Claro que lo que yo no sabía hasta hoy era que el Tratado admite distintas velocidades de adhesión lo que supone que, al final, habrá Tratado, aunque no quieras: si dices No hoy es porque mañana dirás Sí.

José Mª Cruz Martínez

jmcmbg@yahoo.es