Como adelantara Hispanidad, el acuerdo de fusión entre La Sexta y A3 TV está a punto de cerrarse. El canal socialista La Sexta se ha tenido que rendir por la sencilla razón de que, a pesar del apoyo de Zapatero desde su nacimiento, está en situación de quiebra técnica. Por tanto, se ha echado en manos de A3 TV controlado por el grupo Planeta y sus socios de Agostini y Bertelsmann. En definitiva, el canal más 'rojo' es absorbido por el canal más 'azul'.
Y José Manuel Lara se convierte en Ciudadano Lara. De hecho, el fleco final de la negociación vuelve a ser el del principio: José Manuel Contreras, asesor de Zapatero y Ceo La Sexta, insiste en controlar los informativos de la cadena, aunque Planeta ya le ha advertido que el Ceo y gestor del entramado resultante -ocho canales nacionales- será Silvio González, actual primer ejecutivo de La Sexta.
Y es que la ambición mediática hace extraños compañeros de cama. Ahora se funden un canal presuntamente conservador como A3 TV con uno declaradamente socialista y anticlerical, como La Sexta, de la misma forma que un año atrás se fundieron los cuatro canales de Telecinco (Mediaset de Silvio Berlusconi) con Cuatro, el multiplex de PRISA, que siempre ha maltratado al premier italiano por ultracapitalista. Ojo que José Miguel Contreras, y su inseparable amigo, el esposo de la ministra de Defensa, Carme Chacón, quieren mantener el control sobre los radicales y anticlericales informativos de La Sexta.
Ahora bien, independientemente de la extrañeza ideológica de estas fusiones, el hecho es que, en cuanto se confirme la fusión A3 TV-La Sexta se habrá consagrado un cuasi duopolio televisivo en España, en detrimento del pluralismo informativo. Entre los dos grupos, el controlado por Berlusconi y el controlado por Lara, estarán rondando el 50% de la audiencia total y en más del 85% del mercado publicitario televisivo español.
Y lo gracioso es que la historia de la televisión digital en España es ésta: Se abrieron 40 canales (nacionales) que se repartieron entre los principales grupos mediáticos españoles, ocho para RTVE y el resto en privado. Pues bien, ahora, de los 32 restantes, en cuanto se cierre la fusión, Berlusconi y Lara coparán 16, entre otros los de más audiencia. Por supuesto, el derechista Berlusconi ha impuesto la telebasura de Telecinco en el panorama televisivo español. Impera lo políticamente correcto y, en líneas generales, el anticlericalismo, fomentado, también por la pública RTVE. Total: casi el 50% de la audiencia y el 85% de la publicidad, monopolizada por Publiespaña y por A3 Advertising y Publiseis, ahora convertidas en una sola. Está claro que el pluralismo informativo, en el medio televisivo, el más influyente de todos junto a Internet, corre peligro en España.
No se preocupen, nuevamente la Red será quien tire por la borda esta situación con la IPTV. Ahora bien, en el entretanto, Berlusconi y Lara se van a forrar y podrán doblegar gobiernos y doctrinas.
Por lo demás, ¿qué hace Competencia?
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com