- Eso sí, el juez Ruz se dispone a empitonar a Demetrio Carceller.
- Las últimas campañas de publicidad de TV de la firma alemana, explicitan la matriz del Grupo, como tal desconocida en España.
- Y es que Carceller ya no lo esconde: asegura contar con el apoyo de Sabadell y Caixabank.
- Sin embargo, mientras Sabadell lo reconoce, Caixabank se reserva la última palabra.
- Y no olvidemos que los bancos acreedores parecen resignados a capitalizar la deuda.
- Y como el camino de Sousa está cerrado, lo lógico sería que se hicieses con la Vicepresidencia.
- Problema: a Feijóo no le gusta Urgoiti, quien llevara a la ruina al Banco Gallego pero tampoco le gusta Cartesian.
La trascendental Junta de Pescanova, a celebrar el jueves, supondrá el inicio del largo proceso para encontrar un nuevo propietario y un nuevo gestor para la empresa pesquera gallega.
Y en este punto, dado que Manuel Fernández de Sousa está pendiente de su paso por el banquillo de los tribunales y por el de los reguladores, y que su equipo interno se está diluyendo tanto como su prestigio, el principal candidato para controlar Pescanova sería Demetrio Carceller, el hombre de Damm, donde, como en otras compañías, comparte propiedad con el grupo alemán Oetker.
Y ese es el peligro, que Pescanova acabe en manos de uno de sus principales competidores. Como compañía, Dr. Oetker factura menos que Pescanova, pero como grupo de todo tipo de alimentos, los alemanes tienen más base de capital y figuran en otros subsegmentos alimenticios. Entre sus marcas figuran las pizzas Ristorante y Casa de Mamma, bocadillos Panini, repostería (Postres Mandarín).
Por cierto, los alemanes quieren darse a conocer en España. Así que ahora, cuando anuncian su producto, añaden aquello de Grupo Dr. Oetker. ¡Qué casualidad! Y eso en su división alimentaria, porque Dr. Oetker también esta presente en banca, navieras, hoteles de lujo, químicas, editoriales, etc.
Los Carceller están ligados a Alemania desde la postguerra mundial, y con Dr. Oetker comparten participaciones en distintos sectores en España. En otras palabras, ¿cuánto tardaría Pescanova en convertirse en filial de su competidor, Oetker Y todo ello, claro está, considerando que el juez Pablo Ruz, acaba de empitonar a Carceller por presunto fraude en Damm (Carceller Dr, Oetker).
Otrosí, al presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo no le gusta como primer ejecutivo Juan Manuel Urgoiti, que hundió el banco gallego, hoy en manos del Sabadell. Pero el proceso beneficia a esta opción, porque los bancos acreedores están dispuestos a capitalizar la deuda y, con ello, imponer un equipo ejecutivo.
En este sentido, Carceller ya se ha quitado la careta: anuncia que cuenta con el apoyo de Sabadell y Caixabank. Lo cual es cierto: Carceller es de origen catalán, y sus relaciones con Josep Oliú y con Juan María Nin, son excelentes.
La Junta de Galicia, que también tiene derecho a opinar, pues ha puesto dinero para salvar la empresa, tampoco se fía del ubicuo fondo Cartesian.
En este momento se espera una victoria de Carceller... y a Feijóo no le gusta, pero no ha encontrado un relevo mejor.
En problema de Pescanova es que el que mejor conocía el negocio es Manuel Fernández Sousa, pero se metió en negocios sin futuro y, a partir de ahí, comenzó a enredar con las cuentas. Entre tribunales y reguladores, su propio equipo le ha abandonado.
Sorprende, eso sí, el abandono de su mano derecha real, el director de Auditoría Joaquín Viñas, así como el de su pariente, Alfonso Paz Andrade o la de Yago Méndez Pascual. Pero no despreciemos a un gato como Sousa, que aún hoy, encausado, vilipendiados, desprestigiado... sigue siendo presidente de sociedades filiales de la firma.
En resumen, la 'pole position' es para Carceller... mientras Feijóo intenta buscar un relevo gallego.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com