En verdad la exposición de Martínez Robles sobre el presupuesto de la empresa pública para el próximo año ha sido bastante confusa. Por ejemplo, Robles afirmó que la SEPI procedía a contabilizar 294 millones de euros para cumplimentar compromisos adquiridos en empresas privatizadas. Lo cierto es que no es así. No estamos hablando de aportaciones, sin de provisiones, de un dinero que se dedicará a posibles contingencias de tipo judicial o tributario.
En otras palabras, no es que la SEPI vaya a otorgar 154,36 millones de euros a Aerolíneas Argentinas, hoy propiedad del Grupo Marsans, es la simple actualización de una provisión ya realizada por el Gobierno del Partido Popular por si las demandas y querellas interpuestas por acreedores argentinos que se sienten estafados por Marsans se volvieran contra la SEPI.
Tanto es así que la SEPI continúa sin liberar los 85 millones de dólares (esto sí son aportaciones y no provisiones) que ya tenía que haber otorgado al Grupo Marsans para el reflotamiento de Aerolíneas.