El único temor: que se sature el mercado y se derrumben los precios

En Argentina le llaman la Santa Soja. Tras la crisis económica del año 2000, el trabajador del campo argentino se volcó con la soja, a tenor de la demanda internacional sobre el producto, que es rentable a pesar de la retención fiscal a la exportación, nada menos que del 30%.

Al mismo tiempo, Argentina, al igual que Brasil se apunta a la moda del biodiesel, aunque cada vez son más los analistas que auguran una subida de los precios agrícolas en todo el mundo, precisamente por el biodiesel.

Eso sí, la única preocupación ahora, en Argentina y en otros países hispanos y asiáticos, es que a la soja, y a otros productos primarios de alta demanda, no le ocurra lo mismo que al té: otra moda que, por el aumento de producción, están viendo cómo se derrumban los precios.