Sr. Director:
Si es verdad que Europa se encuentra en un proceso acelerado de descivilización, no extraña nada el burdo ataque que contra las raíces de la civilización europea (el cristianismo) se ha perpetrado en un museo de Italia.

Como es tristemente conocido, dicha burla ha consistido en la exposición de una cruz en la que, en lugar de Cristo, figura la representación de una rana sosteniendo una cerveza y un huevo.

El lado cómico del asunto es que los medios de comunicación "ad usum" han calificado la blasfemia como "desafío al Papa".

Podría considerarse así si dicho "desafío" se dirigiera contra el caudillo de una superpotencia militar. Pero no es el caso. Ofender grave y gratuitamente al representante del Estado más pequeño e indefenso del planeta no es un "desafío"; es un acto cínico de vil cobardía.

De cualquier forma, antes que un "desafío" al Papa, la burda blasfemia perpetrada en ese museo de Bolzano es una ofensa a los miles de millones de cristianos (no sólo católicos) de todo el mundo.

Espero que los cristianos italianos ejerciten legítimamente sus derechos y exijan responsabilidades a los autores de este atropello.

No confundamos la caridad y el perdón con un buenismo que está fuera de lugar.

Por definición, para perdonar hace falta que el agresor pida perdón, lo que no es el caso. Además, cuando los fundamentos de la civilización se tambalean, la caridad exige poner todos los medios a nuestro alcance para protegerlos. Son muchos los bienes que están en juego.

Manuel Ángel Rodríguez

maroportu@yahoo.es