- Almunia anunció un principio de acuerdo que evita al gigante tecnológico estadounidense una multa millonaria de hasta 5.000 millones por supuesto abuso de posición dominante.
- Pero una serie de comisarios de la UE intentan frenar el pacto Almunia-Google.
- Temen que, a la larga, pueda acusarse a la Comisión de trato de favor.
Con el acuerdo, Google asegurará que los servicios de al menos tres de sus competidores aparecerán de manera "clara" y en condiciones de igualdad que sus propios servicios en búsquedas, por ejemplo, de hoteles, restaurantes o vuelos. También modificará la forma en que se muestran los resultados para que sean equivalentes a como aparecerían a través de un sistema objetivo de búsqueda.
En la práctica, significa que Almunia ha perdonado a Google su supuesto abuso de posición dominante.
Pero no todo el mundo está de acuerdo con la decisión de Almunia. Hoy miércoles El Mundo publicaba que un destacado grupo de comisarios europeos, entre ellos varios vicepresidentes, han mostrado su «inquietud» y «preocupación» ante la decisión del responsable de Competencia de dar por cerrado el caso Google. Temen que, a la larga, pueda acusarse a la Comisión de trato de favor.
Así se lo harán ver este miércoles en una reunión que va a mantener el colegio de comisarios -una especie de Consejo de Ministros a la europea- y en la que el político español defenderá su intención de dar por cerrada la investigación sin imponer una sanción a la multinacional tecnológica. Una de las preocupaciones puestas sobre la mesa es el impacto que esta decisión puede tener sobre las pymes y los consumidores europeos. «Este es un tema muy complicado y cualquier decisión que se tome tendrá consecuencias. Tenemos que actuar con prudencia y dedicar el tiempo necesario para que el mercado no se nos eche encima», expuso uno de los participantes.
También contamos que se trata de la misma UE que castiga duramente a empresas como Microsoft o Telefónica, sus competidores en el ámbito de las búsquedas de servicios por Internet (viajes, compras…), empresas que hasta ahora consideran poco o nada efectivas las medidas antimonopolio de la UE para frenar el supuesto dominio de Google en el ámbito de las búsquedas y no cesan de reclamar acciones más severas. Como explicamos, la inhibición de Almunia supone un agravio especialmente sangrante en el caso de las telecos, cuyos intereses perjudica sin tener que invertir Google en infraestructuras y pagar apenas nada por los megas que consume, un hecho denunciado ya por César Alierta, presidente de Telefónica, en un congreso de móviles internacional.
Pero, cabe concluir que la consecuencia de la protección de Almunia al cuasi-monopolio de Google es, por ejemplo, que dificulta que Europa o Hispanoamérica pueden tener un 'Google' propio...
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com