El último gobierno socialista regaló a las televisiones "de siempre" la totalidad de los nuevos canales que propició la implantación de la TDT sin cumplir la legislación que exige otorgarlos mediante concurso público, a modo de auténtico expolio de recursos públicos para beneficio exclusivo del oligopolio audiovisual privado. Por su interés, traemos a nuestras páginas el siguiente artículo sobre este tema.