- El conjunto de las setenta Cáritas Diocesanas de todo el país invirtió 291.346.117 euros, de los cuales 218.290.147 euros (el 75%) proceden de aportaciones privadas y 73.055.970 euros (25%) de fondos públicos.
- La acción de Cáritas ha sido posible con la participación de 78.017 voluntarios y 4.171 trabajadores remunerados que desarrollan su actividad a través de 7.194 centros y servicios.
- Los voluntarios crecieron un 10% en 2013 (en los últimos 5 años, ha habido un aumento de 18.331 personas, un 30,7%).
Para ello, el conjunto de las 70 Cáritas Diocesanas del todo el país invirtieron 291.346.117 euros, de los cuales 218.290.147 euros (el 75%) proceden de aportaciones privadas y 73.055.970 euros (25%) de fondos públicos.
Por otra parte, de cada euro invertido en 2103, sólo se destinaron 5,98 céntimos a Gestión y Administración, una tendencia que se mantiene al menos en los últimos diez años.
La acción de Cáritas ha sido posible con la participación de 78.017 voluntarios y 4.171 trabajadores remunerados que desarrollan su actividad a través de 7.194 centros y servicios.
En la Memoria anual se pone de manifiesto el incremento de un 10% de voluntarios en relación a 2012 (un aumento que en los últimos 5 años ha sido de 18.331 personas, un 30,7 %).
Lo mismo cabe señalar para los fondos privados manejados por Cáritas Española, que en 2013 registraron un aumento de casi 25 millones de euros con relación a 2012. Se trata de un compromiso sostenido en el tiempo, ya que en los últimos cinco años las aportaciones de donantes particulares han crecido alrededor de 75 millones de euros, lo que supone una subida del 52,7%.
La fortaleza de la solidaridad privada ha hecho posible que los más de 291 millones de euros invertidos en 2013 hayan aumentado unos 15 millones de euros con relación a 2012, que suponen un incremento del 5,45%. Si se observa la evolución del último quinquenio, los recursos anuales invertidos por Cáritas han aumentado en más de 61 millones, lo que supone una subida del 26,6 %.
Estos datos han sido dados a conocer hoy lunes en Madrid durante un encuentro informativo en el que se ha presentado la Memoria 2013 de la institución y que ha contado con las intervenciones monseñor Atilano Rodríguez, obispo de Sigüenza-Guadalajara y responsable de Cáritas en el seno de la CEPS (Comisión Episcopal de Pastoral Social), y el presidente y secretario general de Cáritas Española, Rafael del Río y Sebastián Mora, respectivamente.
En la detallada explicación de los contenidos de la Memoria, Sebastián Mora (en la imagen) destacó el aumento de los recursos destinados el año pasado a programas estratégicos dentro de la respuesta de Cáritas al impacto de la precariedad en las personas en situación de mayor exclusión social, como son los capítulos de empleo, acogida y vivienda.
Mientras que a los programas de Empleo e inserción laboral se destinaron 36 millones de euros, al de Vivienda 9 millones y al de Acogida y atención primaria 69,3 millones.
Junto a ellos, la Confederación Cáritas ha seguido haciendo importantes esfuerzos en las acciones para las personas especialmente vulnerables, como son, entre otros, Mayores (28,5 millones de euros), Personas Sin Hogar (21 millones), Familia e Infancia (22,8millones) e Inmigrantes (4,7 millones).
Las acciones de Cáritas han ampliado su compromiso fuera de nuestras fronteras con las víctimas de graves condiciones de pobreza o situaciones de emergencia en más de 40 países, donde, a través del apoyo y acompañamiento a sus respectivas Cáritas nacionales ha invertido más de 28 millones de euros en 2013.
Sebastián Mora ha incidido en la urgencia de articular sinergias sociales que permitan revertir el actual modelo de "descarte" de personas denunciado por el Papa Francisco. Un objetivo que se basa en el marco de identidad de Cáritas de "hacerse presentes allí donde no está nadie, y de aprender de los últimos y no atendidos, de crear oportunidades para que los más vulnerables recuperen su dignidad y de que todos seamos responsables de todos".
Esa acción del conjunto de la sociedad tiene que abarcar también los derechos sociales, para lo que, en palabras de Sebastián Mora, hace falta "denunciar las causas económicas de la desigualdad, optar por una sociedad donde salud, protección social, educación y vivienda estén garantizados para todos, y abrir nuestros espacios de convivencia a la participación de los empobrecidos".
Esta apelación se dirige también a "construir una economía que ponga en el centro a las personas y no descarte a los más pobres, a redistribuir el trabajo para que todos podamos acceder a un empleo digno y de calidad; y a asumir estilos de vida sencillos y hábitos de consumo responsable, respetuosos con el medio ambiente".
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com